sábado, 23 de mayo de 2009

Fragmentos

Camina bajo la lluvia como si se deslizara a través de los compases de una melodía nueva, con la mirada alta y una sonrisa en los labios. No le importa que el agua empape las hojas de su cuaderno, arrastrando las palabras en un mar de tinta azul que le empapa la mano, ni que las gotas que recorren sus mejillas hasta perderse en su cuello aparenten lágrimas. Este llanto no es amargo.

...

Cae la tarde, y en el cielo ahora abierto se ve al sol desangrarse glorioso en las aguas. Ella está frente al mar, escuchando... cierra los ojos y se deja llevar por la brisa serena que acaricia su frente. A su lado el cuaderno, repleto de palabras inútiles que arrastrara la lluvia, olvidado.

...

Se levanta y se marcha. Sola, libre, vacía, con el mar enredado en el pelo, en los oídos, en la mirada. A lo lejos despuntan las primeras estrellas.

4 comentarios:

victor manzanal dijo...

bonito, bonito.

Anaïs E. (profesora) dijo...

Me gustan mucho tus textos.

Y creo que tu comentario es lo más rítmico que puede hallarse en todo mi blog.

Pamplona me ha podido (o le he podido yo a ella) y emigro...

Alfredo dijo...

Increíble. Lo peor es que le pongo cara y nombre.
De verdad, me ha gustado mucho.
Sigue, por favor.

Salze dijo...

Me fascina el trozo final... me dejas que lo ponga en tuenti?? ^^