sábado, 30 de mayo de 2009

Impresiones musicales I : Haendel

The trumpet shall sound

Hoy es un día de esos en los que el mundo parece haberse vestido de fiesta. Y mientras escribo estas líneas resuena en mis oídos el sonido de esa trompeta magnífica que un día habrá de despertarnos a todos con su fragor para llevarnos hacia una vida nueva. No hay espacio en el mundo que pueda contener semejante armonía, ni bóveda que no se estremezca ante tanta grandeza. No hay palabras, tampoco, para definir esta emoción que va más allá de todo lo que pueda percibirse. Podría describir esta música como fogonazos de luz que atraviesan los cielos, o como relámpagos terribles de claridad purísima, pero nada de lo que dijera sería suficiente. Si la paz, la alegría y la esperanza se convirtieran en música, si cada sonrisa que ha existido en este mundo, cada carcajada y cada lágrima se armonizaran en una sola melodía, esta sería su voz. Una voz capaz de derribar todos los muros, de atravesar los mares y de encender todos los corazones con la luz de un nuevo amanecer, de un nuevo día que no habrá de terminarse nunca.
Qué hermoso despertar...

sábado, 23 de mayo de 2009

Fragmentos

Camina bajo la lluvia como si se deslizara a través de los compases de una melodía nueva, con la mirada alta y una sonrisa en los labios. No le importa que el agua empape las hojas de su cuaderno, arrastrando las palabras en un mar de tinta azul que le empapa la mano, ni que las gotas que recorren sus mejillas hasta perderse en su cuello aparenten lágrimas. Este llanto no es amargo.

...

Cae la tarde, y en el cielo ahora abierto se ve al sol desangrarse glorioso en las aguas. Ella está frente al mar, escuchando... cierra los ojos y se deja llevar por la brisa serena que acaricia su frente. A su lado el cuaderno, repleto de palabras inútiles que arrastrara la lluvia, olvidado.

...

Se levanta y se marcha. Sola, libre, vacía, con el mar enredado en el pelo, en los oídos, en la mirada. A lo lejos despuntan las primeras estrellas.